Previo adiós

Es mentira, claro está: sí puede perderse tanto
Lo grita de la noche el silente oscuro:
claro que puedo perder aquello que nunca tuve
¿A qué, si no, esta ira mía? ¿Para qué la rabia entonces?
¿De dónde tal desespero?

La fatídica ruina del cansancio, la agonía precisamente
ahora…
Te perdí sobre aquel entonces
desde antes de por siempre y para nunca.

Incandescente arpón ésta ausente despedida,
por previa al primer encuentro.

No hay cauterización, no hay sello.
Permanece la herida supurante
de nostalgia cansina, de viscosísima pena.
Y ni lo sabes.

Cadenas

El alma de aluminio y la memoria de piedra:
áspera el ansia de limpiar
el mudo y lejano pasado.
Y el eco que eternamente reverbera
en nuestra culpa perenne y seca

Ángel Vallejo