Las Navas del Marqués a 22 de septiembre de 2023 |
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En el tercer Desafío Templario La unión de dos Fortalezas, el objetivo era unir nuestro castillo de Magalia con la iglesia de los dragones protectores en la vecina localidad de Robledo de Chavela.
La iglesia de La Asunción de Nuestra Señora, tal día como hoy, en 2009, vísperas de la Navidad, sufrió el cierre de sus puertas por la emergencia de un más que probable desplome del tejado por fallos estructurales y termitas en sus maderas. Acometida la obra por el Arzobispado de Madrid y la Comunidad en el año 2011 en el que se repararon los contrafuertes y el tejado, todo exterior. Faltaba por arreglar el interior de la iglesia, trabajo que acometió dos años después la parroquia.
Carlos Martín, reconocido restaurador de patrimonio monumental y vecino de Robledo al preparar el proyecto de reforma interior del templo intuyó que bajo el encalado de los techos podrían esconderse frescos, comenzando a hacer calas en los muros. Lo que encontró, por la cantidad y calidad, sorprendió a todo el pueblo.
"Se trata de una colección de unos 80 dragones, de diversas morfologías y colores, repartidos en ingeniosas composiciones a lo ancho de las dos altas bóvedas de la cabecera fortificada del templo. Se están datando actualmente en torno al año 1500, y son de una calidad sobresaliente, por su pincelada, composición, colorido, dinamismo, expresión y variedad, cualidades que se resaltan al compararlos con conjuntos similares que se encuentran en Valencia, Murcia, Córdoba, Ciudad Real, Sigüenza o Palencia", afirma en su página la web municipal robledana.
La comitiva partió del castillo de Magalia, con una cuarentena de corredores, a la temprana hora de las nueve de la mañana, tras varios caldos, roscón de reyes y fotos de rigor. Diecinueve kilómetros de recorrido a pie, andando o atravesando un curioso puente tibetano y varias veces el río ahora caudaloso del Cofio. Las fotos indican la dificultad en algunos tramos. El final del recorrido, "el más feo", palabras del organizador Alberto Santos, discurriría por la urbanización La Suiza Española hasta llegar a la fortaleza robledana, asentada en lo más alto del pueblo. Tres horas de recorrido con tiempo para fotos, buen ambiente y tentempié.
Despiertos aún, y vigilantes, cinco siglos después, los dragones protectores -en la Edad Media se atribuían esas virtudes a dragones, leones y águilas- han visto cómo nuestros caballeros y dama templarios arribaban desde la fortaleza de Magalia en busca de otra gesta. Aún quedan dos desafíos más, de una serie de cinco. ¿Cuál será el siguiente?