Las Navas del Marqués a 29 de marzo de 2023 |
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Leo la sentencia del procurador común de la que UPyD nos informa en este medio y no veo más que un lavado de manos burocrático. La resolución dice que el alcalde “proceda a valorar la posibilidad de contemplar...” y sin embargo a mi me da por pensar que bajo esta premisa nadie va a poder contemplar nunca la posibilidad de que el alcalde valore que ha de proceder. Si esta apreciación no es una errata mía (y si lo es ruego que me corrijan) entonces podemos concluir que, en vez de imponérselo, se le está aconsejando al alcalde que haga cumplir un derecho.
El propio escrito de UPyD lo reconoce implícitamente cuando en él se dice que “a partir de que la alcaldía quiera colaborar, el grupo…tendrá un despacho para atender a los vecinos”. En base a esto creo que la resolución del procurador es tan inofensiva para el alcalde como útil par UpyD. El primero la puede cumplir fácilmente con el simple acto de sentarse a contemplar, ¿y quién podrá demostrar que ahí dentro, en su mente, no está contemplando lo que mansamente le aconseja el procurador aun en el caso de que en realidad esté contemplando la entrada del Nacional? Los segundos siempre podrán decir “lo intentamos” y esto quedará de vicio en un boletín y, aunque no sirva para nada, en alguna discusión plenaria.
Por tanto nos encontramos con un procurador que le aconseja al alcalde que haga cumplir un derecho si quiere, y a un grupo político que, aun a sabiendas (aunque su titular rece Por fin, el despacho) de que probablemente no lo vaya a hacer, se queda satisfecho y presenta la resolución como una victoria. Pienso que en este punto nos encontramos con dos caras de la misma moneda. Un alcalde que, a pesar de todo, es intocable, y un grupo que se auto-complace de llevar a cabo acciones de oposición que por lo demás no se salen de los mismos cauces legales que blindan al alcalde. El resultado de todo esto no es nada nuevo bajo el sol: otros cuatro años de circo, provocado por unos y apoyado implícitamente por otros.
Se habla de transparencia y se lleva como bandera una especie de actitud democrática apoyada en el marco legal y establecido como vías para hacer oposición al alcalde, pero no se reconoce lo evidente: que estas cosas son inofensivas si no se boicotea el monopolio del alcalde en el pueblo. ¿Cuándo van a dejar de asistir a los plenos los grupos de oposición? ¿Cuándo se va a apoyar la educación democrática ciudadana a través de asambleas paralelas que cumplan los mínimos democráticos que se ven pisoteados una y otra vez en los plenos? ¿Cuándo se va a dejar de atacar inútilmente al alcalde para centrarse en la mentalización activa de la ciudadanía y la búsqueda del camino para la participación directa de los ciudadanos? Si no se hace nada de esto, toda información, toda discusión plenaria y toda resolución del procurador no se quedarán más que en agua de borrajas.
No se trata de luchar contra la figura del actual alcalde, si no de reducir el poder de la institución en si para traspasarlo a la ciudadanía. Esto solo lo pueden hacer los vecinos y no, como muchos creen, sus representantes. Pero los vecinos necesitan una plataforma para apoyarse y empezar de cero en un pueblo en el que el caciquismo ha sido norma, y es ahí donde el papel de los opositores debe ser fundamental: abandonar el papel estipulado e inútil de oposición y dedicarse a la creación de las bases de democracia participativa en Las Navas para que nunca nadie vuelva a tener la tentación de ejercer un poder absoluto que no se vea amenazado ni siquiera por los dóciles consejos de un procurador. En verdad deberíamos aplicar el sentido común en vez de tanta legalidad.
Muchas veces me pregunto como se comportarían, en caso de ganar las elecciones, los líderes de los partidos opositores. La verdad es que por el camino que siguen y aunque su talante en el poder fuera más diplomático no habrían avanzado nada en lo que a democracia se refiere. Tarde o temprano se repetiría la situación actual y se pasarían por el forro cualquier sentencia o resolución, eso sin contar a los propios vecinos que seguirían en el mismo papel que tienen ahora, pasivo, indiferente y manipulable. Está claro que vecinos que no han hecho nada cuando se les ha dado información suficiente como para exigir que este alcalde se fuera van a permanecer igual de indiferentes ante un alcalde que les ofreciera transparencia. El problema no esta en la actitud de quien gobierna si no en la institución en sí, una institución que, independientemente de quien gobierne, mutila la educación democrática del ciudadano relegándole al papel de siervo.
Para finalizar, y dejando de lado resoluciones inútiles, pregunto a la oposición: ¿ustedes buscan democracia o poder? Me temo que la respuesta construir la democracia desde el poder no es válida, ni siquiera se podría proceder a valorar la posibilidad de que se contemplara así.