Las Navas del Marqués a 29 de marzo de 2023 |
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En un blog denominado AOVERO no puedo sino comenzar esta experiencia blogguera explicando, por si hubiera alguien que todavía no lo sepa, a qué corresponden las siglas AOVE. Pues bien, es la forma de abreviar Aceite de Oliva Virgen Extra. Como bien indican desde Aceites de Oliva de España, el aceite de oliva es un “tesoro que se remonta la antigüedad”, y que comenzó a producirse hace miles de años en la Cuenca del Mediterráneo, pero hay que diferenciar entre AOVE y aceite de oliva, ya que entre ambos hay un abismo.
España es el mayor productor de aceite de oliva del mundo pero la gran mayoría de la población no sabe distinguir entre los diferentes tipos, y es más, no saben apreciar su calidad. Como bien recoge la Revista OLEO en una entrevista a uno de los mayores expertos en este tema, Maximiliano Arteaga, “la falta de información lleva al consumidor a optar por aceites de oliva de baja calidad”. Además, un estudio realizado por la Universidad Loyola Andalucía señala que “cuando los consumidores están más informados, sus actitudes hacia la categoría virgen extra mejoran, así como su consumo”, y de él se desprende que una deficiente información por parte del consumidor sobre las ventajas del aceite de oliva virgen extra frente a otras gamas de menor calidad le induce a creencias negativas sobre sus virtudes y a su vez le lleva a depreciar su valor, tal y como publicaba también la Revista OLEO.
Y desde aquí, quiero aportar mi granito de arena explicando los diferentes tipos de zumos que se pueden extraer de la aceituna, atendiendo a la calidad de cada uno de ellos, para así dejar claro que optar por un AOVE siempre será mejor que hacerlo por un aceite de oliva.
En muchas ocasiones es considerado un producto de lujo por su precio, pero hay que pensar más allá de lo que cuesta, hay que pensar en los beneficios y bondades que aporta a nuestra salud, en su sabor y en lo que aporta también a los alimentos, además de pensar en el trabajo que hay para obtener un producto de tales características. Si unimos todo ello el precio que alcanza nuestro “oro líquido” queda totalmente justificado.
Tipos de aceites de oliva
Fruto de la aceituna se puede extraer varios tipos de aceites aptos para el consumo: aceite de oliva virgen extra, aceite de oliva virgen, aceite de oliva y aceite de oliva de orujo. Esta es la clasificación más habitual, desde el punto de vista de la comercialización. También podríamos hacer otra clasificación atendiendo a las variedades, grados de acidez o características sensoriales, entre otras, pero en este caso nos vamos a centrar en la primera de ellas.
Aceite de Oliva Virgen Extra (AOVE): es el de mayor calidad, zumo de aceitunas 100% que conserva intactas todas sus características sensoriales y sus propiedades beneficiosas para la salud. No tiene defectos organolépticos ni químicos, carece de cualquier tipo de aditivo y conservante, y su acidez no ha de ser superior a 0,8º aunque lo ideal sería menos de 0,2º. (Destacar aquí que la acidez indica el deterioro de la aceituna). Su extracción se realiza mediante procedimientos mecánicos (tratamiento, lavado, decantación, centrifugación y decantado), con las condiciones térmicas adecuadas para que el aceite no se vea alterado.
Aceite de Oliva Virgen: continúa siendo un aceite de oliva de gran calidad y el proceso de obtención es el mismo que en el caso del AOVE, la única diferencia con éste es el grado de acidez, que en este caso puede llegar hasta 2º, de modo que organolépticamente es inferior al primer aceite aunque conserva las vitaminas y antioxidantes provenientes de las aceitunas. Tanto el virgen como el virgen extra son en realidad los únicos que deberían llamarse aceites de oliva puesto que son los únicos que provienen de la aceituna sin intervención de químicos.
Aceite de oliva: es un aceite de menor calidad que se obtiene mezclando aceites vírgenes con aceites refinados, también denominados lampantes. Éstos, los lampantes, tienen unas características tan malas que no son aptos para el consumo, su aroma y sabor pueden ser desagradables, y su color puede ser poco natural, además posee una elevada acidez. De este modo, para que un lampante sea apto para el consumo ha de ser sometido a refinado, que son una serie de procesos físicos y químicos mediante los cuales se eliminan todas sus características deficientes, y a la vez, en la mayoría del proceso se eliminan también sus propiedades saludables. Así, un lampante, unido a los vírgenes se obtiene un aceite apto para el consumo con un grado de acidez no superior a 1º.
Aceite de orujo de oliva: se trata del aceite de peor calidad apto para el consumo. Este se obtiene con la mezcla de aceites de oliva virgen y aceites de orujo refinados, y ya no es considerado aceite de oliva ya que tanto su aroma como su sabor no están marcados y nada tiene que ver con el primer aceite. Su grado de acidez tampoco puede superar 1º.
Beneficios del AOVE para la salud
Además de su excelente sabor y el que aporta a los alimentos con los que se combina, hay que pensar en que el AOVE es un producto que nos proporciona salud, algo que a día de hoy poca gente pone en duda. Sus grasas monoinsaturadas tienen la clave en muchos de los beneficios que aporta. Así, un consumo moderado puede ayudar a la pérdida de peso gracias a dichas grasas, que contribuyen a desencadenar la degradación grasas dentro de las células del tejido adiposo, útil para deshacerse de la grasa del vientre y reducir la insensibilidad a la insulina.
Las mismas grasas monoinsaturadas y las propiedades antioxidantes del AOVE también contribuyen aretrasar o impedir el deterioro cognitivo vinculado a enfermedades mentales como el Alzhéimer, lo que nos puede ayudar a alargar nuestra vida. Reduce el riesgo de enfermedades relacionadas con el corazón, de nuevo sus grasas monoinsaturadas contribuyen a aumentan los niveles de colesterol bueno y estimulan la eliminación de colesterol malo, previniendo al mismo tiempo problemas cardiovasculares.
Además, está demostrado que con tres cucharadas diarias de aceite de oliva pueden ayudar a disminuir los niveles altos de presión arterial. Según varios estudios, las grasas saludables del aceite de oliva ayudan a reducir la presión arterial diastólica y sistólica.
Otra de sus virtudes es la ayuda en la prevención de determinados tipos de cáncer, tal y como ha demostrado el estudioPredimedsegún el cual, una dieta mediterránea con AOVE ayuda a reducir en dos tercios el riesgo de sufrir cáncer de mama, tal y como publica la Revista OLEO, es capaz de mermar hasta un 66% el riesgo de problemas circulatoriosy ayuda a disminuir también hasta un 44% el riesgo de sufrir retinopatía diabética.
Asimismo, el AOVE puede incluso sustituir a medicamentos como el Ibuprofenogracias a las propiedades antiinflamatorias de una molécula que contiene, denominada Oleocanthal.
Recientemente, hemos conocido también las propiedades que tiene el aceite de oliva como protector frente a la inflamación de los vasos sanguíneos, gracias a sus compuestos fenólicos. Se trata de una investigación de científicos de la Universidad de Córdoba (UCO) en el Instituto Maimónides de Investigación Biomédica de Córdoba (IMIBIC) y el Hospital Universitario Reina Sofía que ha permitido conocer que, con un desayuno rico en AOVE, las células que revisten las arterias estarán más protegidas frente a inflamaciones, orígenes de problemas cardiovasculares, respecto a otros tipos de aceite de oliva que no aportan la misma cantidad de estos compuestos.
Esto son solo algunos ejemplos de los múltiples beneficios que tiene el AOVE para la salud, de modo que ¿por qué no enriquecer nuestras comidas con un buen aceite de oliva virgen extra en lugar de quedarnos con un simple aceite de oliva?
Con AOVE ganamos salud y sabor.