Lo primero amigos lectores es pediros perdón, hoy no veréis ni leeréis una crónica del mitín de ayer del Partido Popular. El mitín comenzó tarde (se les alargó el acto en Peguerinos) y terminó tarde , algunos no pudimos ni llegar al final, el ministro hablaba, hablaba y hablaba (puede que aún siga) y varias personas cansadas de que no se hablara de Las Navas y que eran más de las 23:00 se fueron marchando.

Y no vamos a informar del mitin porque nos dijeron que no eramos bienvenidos, que no quería que estuviéramos allí y por tanto no quiere que todos vosotros que os informáis a través de ElNaviero sepáis lo que allí pasó.

Eran las 23:15 cuando decidimos marcharnos del mitín, sin cenar, habiendo dormido poco, en mi caso con vuelta a Madrid incluida y mientras hablábamos Juanjo y yo de quien hacia la crónica, dijimos, basta ya. Nos miran con desprecio, nos dicen que no somos bienvenidos, que no vayamos a su mitín ¿y nosotros tenemos que aguantar todo esto y encima colgar el vídeo de su mitin haciéndoles publicidad?.

Si haré una pequeña reflexión de algo que nos sorprende en estas elecciones, a los mitines asisten poquísimas personas. Según me contaron al mitín del PSOE asistieron unas 50 personas y ayer con todo un Ministro, con Pablo Casado y un gran despliegue del PP nacional, había en el casino 250 personas (las conté una a una). Por comparar, hace 4 años al mitín del PP asistieron más de 400 personas, algo pasa en estas elecciones. A falta de encuestas la asistencia a los mitines nos puede dar una idea de las preferencias de los vecinos. Aunque la diferencia realmente puede que la den los aplausos sinceros, la atención del público y la cara con la que salen de un evento como éste, en caída libre en muchos lugares pero de tradición en Las Navas.

Veremos qué depara el último de ellos, de momento el mítin del "ministro" nos ha dado una sensación muy negativa: las personas asistentes se aburrían con un ministro, un portavoz mediático y televisivo y un presidente abulense que hablaban de sus cosas, de su partido y de su visión sesgada de la recuperación económica. Poco hablaron de Las Navas y de los naveros. Uno porque no la conocen, otro porque lo que conoce de Las Navas es unas pocas jornadas veraniegas en un chalet alquilado en Ciudad Ducal, chalet que ha vuelto a alquilar esta temporada, que no tiene más contacto con el pueblo que colocarse en una lista periférica. Lo que en el argot político llamamos "paracaidista".

Y lo que hablaron de Las Navas, más de lo mismo. Mientras hablaba María Díaz, la actual teniente de Alcalde, enumeraba logros no conseguidos, justificaba no hacer un centro de la juventud porque "los jóvenes no quieren estar encerrados" (como si no lo llevaran en ese programa incumplido que llevaban. Mientras no hablaba, la speaker amateur no dudaba en elevar los brazos por encima de su cabeza, soltar ¡bravo! a cada una de sus arrancadas de aplausos, como los aplaudidores profesionales de los platós de televisión. Como las plañideras pagadas en los entierros de antaño. Lágrimas a cambio de unas monedas. Aplausos a cambio de mantenerse en el sillón.

Cuando le tocó a Gerardo, más de lo de siempre, pero a peor. El abuelo político contaba batallitas y batallitas, queriendo tomar réditos del pasado. "Hemos hecho muchas cosas en 16 años". ¡Estaría bueno! En 16 años he hecho yo tres casas a la familia en fines de semana. 16 años dan para mucho más de lo que ha hecho. Por no decir de que lo que se ha hecho funcione (Residencia-centro de día, agua de calidad de la presa nueva, planta de biomasa para 600 viviendas -era el proyecto inicial-.

Lo mejor de la noche: "Voy a cumplir dos compromisos que tengo muy presentes. Uno es que voy a estar los cuatro años si salgo. El segundo..... el segundo.... ¡María!... ¡María! acercate... ¿cuál era el segundo compromiso? Que no me acuerdo....

Foto. Portada de La Razón día 23 de mayo, día de reflexión. Estratégicamente borradas las siglas del Partido Popular de las banderas, con la bandera de España. Cierto que es ridículo mantener la jornada de reflexión por la difusión de las redes sociales, pero hasta que se cambie habría que respetarla. Todos.