Las Navas del Marqués a 28 de mayo de 2023 |
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Pertenezco a esa generación que conoció el Estado de Bienestar, engrosó la clase media, estudió EGB y que veía Barrio Sésamo, didáctico programa que deberían resucitar pero en versión adulta. De igual modo que nos enseñaban las diferencias entre cerca y lejos o arriba y abajo, habría que explicar ahora la diferencia entre ricos y pobres. Pobre es todo aquel que no es rico y como dijo el banquero Emilio Botín “Ricos lo que se puede decir ricos somos muy pocos”
¿Y por qué? Porque ese inmenso colchón intermedio llamado clase media está desapareciendo a pasos agigantados. Esto viene dado fundamentalmente por tres motivos diferentes que se vienen gestando desde hace ya varios lustros, a saber :
• Caída del muro de Berlín y colapso de la Unión Soviética
El fin de los regímenes comunistas significó la conclusión de un modelo económico controlado por un Estado hegemónico, omnipresente e intervencionista. Con sus múltiples errores (por eso acabó) constituía la única alternativa (entonces) al capitalismo. Al caer el comunismo se acabó la competencia al sistema capitalista. Ya no existía motivo para ceder ante el movimiento obrero y el capitalismo procedió lenta pero inexorablemente la reconquista de los derechos cedidos a los trabajadores. Cada vez más reformas laborales, más empleo precario, menos derechos laborales, todo ello gracias a los sucesivos gobiernos del PP y del PSOE.
• Globalización
El desplome del bloque soviético fue visto por EE.UU. como una oportunidad para extender su modelo económico por todo el mundo. Aprovechó su preeminencia en organismos como el FMI y el Banco Mundial para convencer al resto del mundo de las bondades de la desregulación y la apertura de mercados. El mayor impulso para la implantación de este modelo llego en 1995 con la creación de la OMC -Organización Mundial del Comercio- que obligaba a cumplir de manera incondicional compromisos como la reducción de aranceles, reducción de ayudas a la industria nacional etc.
Muchos países pobres se sumaron a la OMC pensando que era la mejor forma de crear empleo en sus naciones. Fue entonces cuando recibieron una oleada de empresas occidentales ávidas de explotar sus recursos y su mano de obra mediante pequeñas inversiones extraordinariamente rentables con las que producir montones de productos baratos que luego se venderían en los mercados del primer mundo. Negocio redondo para las grandes empresas que trajo consigo una oleada de abusos y explotación laboral en los países subdesarrollados. La periodista canadiense Naomi Klein lo relata perfectamente en su libro No Logo (Ed. Paidós Ibérica año 2002)
Klein denuncia la existencia de zonas de Procesamiento de Exportaciones (ZPE) en países como China, Vietnam, México o Filipinas. Estas zonas se asemejan más a campos de trabajo que a polígonos industriales. Las fabricas que están en su interior apenas pagan impuestos, no cumplen las leyes más básicas de protección laboral y su perímetro está rodeado por el ejército con orden expresa de reprimir cualquier conato de protesta.
Los trabajadores cobran sueldos de miseria por jornadas de 15 horas, sin derecho a vacaciones, paro o bajas por enfermedad. Con total prohibición de hacer huelga o sindicarse. A todo esto le añadimos numerosos talleres que emplean a niños a precio de saldo para la confección y ensamblaje de productos textiles de grandes marcas occidentales. Tal vez aquí encontremos la explicación de por qué la ropa es tan barata y porque algunos empresarios españoles ocupan los puestos más altos en la lista Forbes de las grandes fortunas.
En un planeta en el que han caído las fronteras comerciales y se han acortado las distancias ¿Qué impide a una gran empresa llevarse su producción al tercer mundo?
La entrada masiva de productos fabricados a bajo coste no tardó en afectar a la industria europea incapaz de competir. Muchas empresas se trasladaron a esos países más pobres, las que se quedaron en España y en Europa recortaron drásticamente su plantilla y otras cerraron. Los pocos que conservaron su empleo vieron radicalmente reducida su capacidad de presión laboral bajo la amenaza de traslado o cierre.
• El Euro
En 1999 se constituye formalmente la Eurozona formada por 15 países cuyos bancos centrales ceden las competencias al Banco Central Europeo BCE. En 2002 estas naciones abandonan sus respectivas monedas para adoptar una moneda única, el Euro.
Para impedir que las empresas se marchen al tercer mundo el BCE decreta una bajada espectacular del tipo de interés en 2002 y continúa haciéndolo en 2003. Con esta medida también se pretendía que empresas y particulares tuvieran liquidez para invertir o consumir.
Alemania fue un ejemplo de contención del gasto y moderación de impuestos con el objetivo de incentivar el empleo y erradicar el paro. Gracias a estas medidas los alemanes (muy concienciados con la austeridad) consiguieron ahorrar cantidades ingentes de dinero ¿Qué hicieron con este dinero? Prestárselo a los países del sur donde el ahorro había sido tradicionalmente escaso. ¿España invirtió ese dinero en sectores productivos o en mejorar la competitividad? NO. Aquí todo ese dinero barato se invirtió en ladrillo generando una tremenda burbuja inmobiliaria. Nadie hizo nada, ni el BCE, ni el Banco de España, ni los políticos que se dedicaron a construir inmensas obras faraónicas en muchos casos inservibles, aeropuertos sin aviones, autopistas sin coches, trenes de alta velocidad sin pasajeros …
Y un 15 de Septiembre de 2008 todo se derrumbó, el gobierno americano deja quebrar a Lehman Brothers con una deuda incobrable de 613.000 millones de dólares. Ese mismo día comienza la extinción de la clase media. Ese mismo día comienza la crisis.
¿Cuándo se acabará la crisis? Dices mientras condenas al paro y a la exclusión a millones de seres humanos.
¿Cuándo se acabará la crisis? ¿Y tú me lo preguntas?
¿Crisis?… crisis eres tú, sistema capitalista.